Cuando visité Victory Junction por primera vez el verano pasado para entregar cintas para la cabeza, supe que había algo absolutamente mágico en este lugar. ¡Este verano, me uní a la diversión como consejera y experimenté una semana como nunca antes había experimentado!

Cuando me instalé en la cabaña, sinceramente estaba un poco nervioso; aquí estaba, sin conocer a nadie y haciendo nuevos amigos durante una semana. Sin embargo, los nervios no duraron mucho cuando fui recibido con una cara sonriente tras otra del increíble personal. Inmediatamente me sentí como en casa y enseguida hice amigos. Estaba en la cabaña de Las Vegas y ciertamente hicimos honor a ese nombre y ¡lo convertimos en una fiesta de una semana!

En mi cabaña había ocho chicas increíbles que llenaban cada día de mucha alegría. Estas chicas no sólo eran dulces, amables, valientes y generosas, sino que también eran divertidísimas. No pudimos parar de reírnos en todo el día. ¿Con qué frecuencia en el mundo real pasamos días llenos de risas incontrolables? Me hizo recordar la importancia de buscar maneras de no tomar la vida tan en serio, ya sea ir a una fiesta de baile o dejar que un amigo te tiña el pelo de azul.

Otro recordatorio que necesitaba era abrir el corazón para llegar a conocer verdaderamente a los demás. Las primeras impresiones no lo son todo. Todo el mundo tiene una historia y, si te tomas el tiempo de escucharla, probablemente descubrirás que tienes más en común de lo que crees. Incluso le di a Johnny, la llama, una segunda oportunidad después de que me escupiera en la cara. (Este se convirtió en uno de los chistes favoritos de nuestra cabaña, por supuesto).

¡Pude compartir la felicidad con Jess, Lauren y Brittany cuando vinieron a entregar diademas al campamento! ¡Los niños estaban muy felices de encontrar coronas de flores y adornos en sus mesas de almuerzo y los usaron durante el resto de la semana!

Me sorprendió mucho cómo los campistas se conocieron y se hicieron amigos de manera tan intencionada. Ninguna chica en nuestra cabaña excluyó a otra, no dejó a nadie fuera o se dijo nada más que palabras amables y alentadoras entre sí. Celebraron los éxitos de los demás y se animaron mutuamente. Todos tuvieron su momento para brillar, desde pescar un pez gigante hasta interpretar una canción, disparar una diana o nadar en lo más profundo. Se unieron por lo que tenían en común en lugar de separarse por sus diferencias.

Esta semana fue el ejemplo perfecto de que cuanto más amor regales, más amor te llenarás. Victory Junction ocupa un lugar muy especial en mi corazón y tengo la sensación de que volveré en los años venideros. Quizás Johnny la llama y yo incluso seamos mejores amigos.

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