El 3 de marzo de este año mi vida cambió para siempre. Entré al hospital infantil Vidant con una caja llena de cintas para la cabeza para entregar. Caminé de una habitación a otra y conocí a varios pacientes. Cuando estaba a punto de salir conocí a la bella princesa, Georgia, ella estaba a punto de someterse a su tratamiento de quimioterapia. A su corta edad, ha experimentado más de lo que cualquier niño debería experimentar. Con su suave sonrisa y sus ojos brillantes, Georgia puede iluminar cualquier habitación por la que entre. Visito a Georgia en su casa y disfrutamos cantando Frozen (¡es toda una cantante!) y comiendo pizza. Cada vez que llego a su casa, Georgia está tan emocionada de mostrarme qué diadema lleva ese día que tiene una gran colección de diademas de HOH. Georgia posee una fuerza por la que me esfuerzo y, aunque perdió sus hermosos rizos castaños en la batalla, siempre tiene una mentalidad positiva. He aprendido mucho de ella. Los ojos brillantes, la dulce sonrisa y la voz suave de Georgia me han robado el corazón por completo. No habría podido experimentar nada de esto sin Diademas de Esperanza, estaré eternamente agradecida de ser parte de esta organización.
-Brittany Lewis, representante de la Universidad de Carolina del Este.
